Armando Alzamora Flores (Lima, 1982): Escritor, crítico y traductor. Es egresado de la escuela de Literatura de la Universidad Nacional Federico Villarreal. Ha publicado sus textos críticos y narrativos en diversos medios peruanos. Es militante del Movimiento Egoísta y también co-director de la revista EGO/ísmo. Hábitos de la crueldad, su primer libro, de próxima publicación, reúne una serie de textos breves que lindan entre el aforismo y el microrrelato. En el ámbito de la traducción, tradujo al español a los autores brasileños Manuel Bandeira, Leila Guenter y Paulo Franchetti.
Aquí unos de sus textos:
POETA DON NADIE
''A nadie/ por su ausencia''.
Jean Nicolás.
Hoy encontré un libro de poemas. La portada era sobria; el autor no me era familiar. Me sumergí en el libro, deslicé mis ojos por sus páginas y descubrí en ellas a un poeta en madurez.
Horas más tarde, releyéndolo, hallé en la primera hoja una dedicatoria a pulso que decía: ''De nadie para nadie''. Quise entenderla, penetrar en su significado para descubrir quién era ese ''nadie'' que escribía para ''nadie''. Me pregunté si en realidad yo era ese ''nadie'', ínfimo ser, al cual el poeta dedicaba, en su distanciamiento, esas palabras que entrañaban una cruel revelación. ¿Quién era él? ¿Un bardo, un dios, un brujo? «Es Nadie», concluí.
VIDA Y MUERTE DEL POETA
A José Caro, poeta, vagabundo y dipsómano.
El poeta vagó durante días por calles, bulines y cantinas, plagado de alucinaciones e ideas dionisiacas, enloquecido en su mutismo, absorto, ebrio de emociones musicales.
Un día lo encontraron muerto bajo un puente, con una herida en el pecho. Hedía a alcohol barato. Tenía bajo el brazo un cuaderno lleno de ilegibles inscripciones. Quien lo leyó, pensó: ''Este hombre enloqueció''. Sin pensarlo, arrojó el cuaderno al río y observó cómo se diluían en las turbias aguas del Rímac las locuras del difunto. Nadie supo nunca nada de la vida del poeta.
Lima, octubre de 2011.
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