domingo, 27 de noviembre de 2011

Esteban Poblete: se le evaporarà la sangre!!!!!!!!!!!


Esteban Poblete Oña, nacido en el año 1979 en Quito-Ecuador. A su temprana relación con los libros y las lecturas acredita interesarse en varios géneros y disciplinas de escritura y de arte, en las cuales basa sus temas de interés, desarrollados en sus propios ejercicios en poética y narrativa. Influenciado por los estilos y autores, especialmente, de los siglos XIX y XX y en los clásicos, se inclina por investigaciones sobre temas de la Historia del Arte, Historia Universal, Antropología: mitologías e historia de las religiones y de la arqueología. Estudiante de Comunicación Social y, como oyente, de la Facultad de Artes Plásticas, en la Universidad Central del Ecuador, no se ha licenciado en ninguna carrera ni especialidad. Es artista por sus propios medios. Autor, desde hace varios años, de las novelas, no publicadas sino en fragmentos, en pequeñas y esporádicas publicaciones o lecturas colectivas, El celo de los malditos y Refractio, también es autor del poema Sinistra (u oración de amantes perdidos), participante en el XXIV Premio Internacional de Poesía de la Fundación Loewe, Madrid-España, 2011. Prepara los últimos capítulos de la que será su primera novela publicada Refractio, con el afán de que vea la luz definitivamente en el transcurso del año 2012. 


Mal d’aurore 

Hubo el día –Se hizo; Llegó; qué más da-
(a ése jamás hubo otro; el que nunca existe, para siempre).
Temprano, la Muerte y la Vida fundaron el llanto.
Siamesas monstruosas; un grito gemelo que azota un arpón.
Las brujas fertilizan una roca; ahí, gases cruzados,
un abismo ya acuoso. Hoy, ¡ya las orillas, la superficie negra!
Es que encima hace frío –no nieva-; la profundidad hierve.
¿Quién? ¿Acaso la fuerza de celentéreos estremece de arterias
los nudos secos del huracán?
El polvo no existe; el Hombre es el heredero antiguo de bestias
-el sudor del presagio, el oráculo; la culpa del Orden
limita la magia a un solo recuerdo-, tesoro e idea.
Las estaciones pasaron –el infierno, el cielo.
«Es mejor que descanse la esfera de vidrio.»
Se hizo el verano; la travesura dulce de la juventud acecha.
Los amantes desnudan a muchachas ingratas, en un cementerio
(la lápida marmórea, un escapulario que brilla de pena;
¡luna blanquísima, esta noche glacial!)
-qué más da, hijas; madres; profanación; ángeles.





Que te evapore la sangre, tu propia sangre

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