domingo, 27 de noviembre de 2011

Eddy Paucar (esto se pone cada vez mejor!!!!!)



EDISON PAUCAR.-Quito, 1988. Comunicador Social. Ha desempeñado profesiones como docente y periodista. Artículos, poemas, notas, cuentos y ensayos suyos constan en revistas físicas como virtuales. En el 2010 ganó el concurso literario El Retorno de la Casa de la Cultura Ecuatoriana. En 2011 presentó el ensayo “Cuando el pájaro vuelve al nido”. Consta en la antología de cuentos Los engendros de la luna. Actualmente trabaja en un libro de cuentos con el nombre tentativo de "Los delirios de un desahuciado".




La denigrante suma de las partes
“Padre decía que un hombre
Es la suma de sus desgracias”
William Faulkner

Las calles vacías y solas son las que prefiero. Perdido ¡siempre perdido! Contando del uno al diez, o del diez al uno los sucesos exhaustivos pero, extraños, que recaen en un impenitente.
Emblemáticas luces caen en las varillas de mi ventana, ciudad escondida en las montañas. Infortunios con ceniza. Pasacalles con licor.
Conmemoro a Ramsés traicionado por su hermano, no de sangre, sino de vida, de muerte. Mirada fría y seca. ¡Cuánto engaño en las palabras de Moisés!
Y por ello hoy me miento. Hoy sumo denigrantemente los hechos bajo mi manta, o me equivoco a tientas.
Efímeros como el vaso de cebada que pasó hace segundos por estás manos que ahora tiemblan, que ahora osan el despecho de cargar un esfero, zángano, que limpia su conciencia frente a un papel inocente, de alma blanca, arrugada pero pura.
Levantarse con sabor a arena en la boca, con la mirada confusa y en llamas son los recuerdos que te hacen ser magnánimo. Recordando la batalla perdida de ayer, acalambrado el cuerpo, para de pronto (a priori) pensar en la siguiente guerra, con el pálpito incesante ¡Derrota inminente! ¡Otra caída de Patroclo!
“Amaos los unos a los otros” ¿Pero cómo? “Amaos los unos a los otros…”. Caminad hacia acá, a la mitad del mundo. Donde la línea ecuatorial implícitamente divide tu corazón. Destinado por la mala casualidad a amar solo con cierta parte, y odiar con el resto, que es el montón.
Hoy sangra mi nariz. Hoy se perdieron las gárgolas.
¿Tristeza? ¡Vá! Solo el cigarro lo sabe.
Hay manjares
en los desiertos de
                        Marte.
Y por ello
hoy degusto del silencio

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